El Parque
Provincial Ischigualasto abarca unas 62.000 hectáreas en el noreste de la
provincia de San Juan. Es conocido como el “Valle de la Luna” porque sus
paisajes y formaciones geológicas parecen postales de la superficie lunar. Comparte
muchas características con el limítrofe Parque Nacional Talampaya en la
provincia de La Rioja, por lo que muchas veces son mencionados como una unidad:
Ischigualasto-Talampaya.
El terreno presenta gran cantidad de formas rocosas y desniveles con distintos colores y tonalidades formados por la acción del agua y el viento. Algunas de estas geoformas (“geo” significa “tierra”) han recibido nombres por las similitudes que presentan con algunos objetos; por ejemplo, “El submarino”, “La cancha de bochas”, “El hongo”, “La esfinge”.
Esta zona, de
clima árido, con una gran amplitud térmica y escasas precipitaciones, fue hace
millones de años, antes de que se formara la Cordillera de los Andes, una zona de
frondosa vegetación y lluvias abundantes.
El Parque tiene
un gran interés científico para geólogos y paleontólogos porque en su terreno
pueden observarse formaciones y fósiles de todo el período Triásico (el
anterior al Jurásico) que comenzó hace 250 millones de años. En el período
Triásico surgieron los dinosaurios que irían evolucionando hacia las formas
conocidas que alcanzaron en el período Jurásico. Dos fósiles de dinosaurios encontrados
en el Valle de la Luna son el Eoraptor
Lunensis y el Herrerasaurus
ischigualastensis (uno de los dinosaurios más antiguos que se conocen).
Sobre Parques
Ischigualasto y Talampaya (Televisión
Pública)